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Decepción total

Una vez más Venezuela se quedó corta en el Clásico Mundial de Béisbol. Esta vez, el sabor es más amargo al de las ediciones anteriores, pues se esperaba mucho más de una plantilla llena de peloteros que brillan en las Grandes Ligas.

No fue así. Desde el principio,  los pronósticos que daban a los criollos favoritos pasaron a hacer un espejismo. El picheo fue duramente castigado, apenas lograron pasar milagrosamente la primera ronda, para luego padecer una pesadilla en la siguiente fase donde cayeron en sus tres compromisos ante Estados Unidos, República Dominicana y Puerto Rico.

Venezuela, cuna de grandes peloteros y donde el béisbol es el pasatiempo nacional, vivió una de sus peores actuaciones en la corta historia de este torneo. A pesar de que el mánager Omar Vizquel aseguró que la preparación fue la adecuada, el equipo nacional sufrió para realizar carreras y sus lanzadores fueron duramente bateados por sus oponentes. Además de varias lesiones que mermaron la alineación, donde se evidencio la inexperiencia de Vizquel, pese a contar con varios técnicos con años de experiencia en el béisbol organizado.

Pasó de ronda como en 2006, es verdad, sin embargo, necesitó de un juego extra, ante Italia, para hacerlo. Incluso casi estuvo a punto de repetir la misma fatídica historia de 2013, cuando no avanzaron de la primera fase.

Al concluir la participación de Venezuela, se le pidió a Vizquel describir con una palabra la actuación de su equipo en el torneo.

 «Lamentable», dijo el técnico. Efectivamente, los venezolanos terminaron su intervención tal como la empezaron el 10 de marzo: con una derrota por 11 carreras.

«Creo que no jugamos el béisbol que la gente se esperaba, e inclusive que yo esperaba», dijo Vizquel, Venezuela finalizó el torneo con récord global de 2-5, incluyendo 0-3 en el Grupo F de San Diego. «Las expectativas se quedaron cortas. Sinceramente, creíamos que íbamos a jugar mejor béisbol».

La clasificación vinotinto a la segunda ronda se dio por medio de un complicado y controversial proceso de cálculos. Venezuela, Italia y México terminaron con un mismo marcador (1-2), por lo que se tuvo que aplicar una regla de desempate.

De acuerdo a las normativas del torneo, en caso de de empate, tanto Italia como Venezuela habían obtenido el menor promedio del resultado de la división entre el total de carreras permitidas (CP) y el número de entradas concluidas a la defensiva (ED), sean fraccionadas (un «out» o dos «outs») o sean completadas (tres «outs»), que fue de 1.052 y 1.105 respectivamente. México protesto airadamente la situación porque aseguraron que ellos tenían mejor coeficiente que Venezuela, pero después de varios minutos de examinar todos los elementos disponibles, miembros del comité organizador, mantuvieron su posición, por lo que Italia y Venezuela tendrían que jugar un juego de desempate.

Venezuela consiguió el triunfo angustiosamente al superar 4-3 a Italia.

«Salimos por un out de la primera vuelta, en que permitimos 30 carreras en tres juegos», reflexionó Vizquel. «Siempre estábamos tratando de venir de atrás. Eso puso bastante presión sobre los bateadores para tratar de anotar carreras».

Omar Vizquel pago cara su inexperiencia como dirigente en este evento con varios movimientos

Durante el torneo, Venezuela presentó pocas ocasiones donde estaban con ventaja en el marcador. Estando abajo en la pizarra la mayoría del tiempo, los criollos terminaron con anotación global de 50-28 en contra.

«Me fue difícil aplicar mi forma de juego, bateo y corrido, toque de bola, las cosas que tenía en mente que pensaba que podía hacer con este lineup, que teníamos un poquito de todo», afirmó el estratega.

En las dos rondas que Venezuela jugó en el Clásico sufrió las bajas de Salvador Pérez, Silvino Bracho, Robert Suárez, Martín Prado y Miguel Cabrera por diversas dolencias y molestias físicas. Pese a que Vizquel expresó que «las lesiones nos mataron«, rehusó refugiarse en esa, ni cualquier otra excusa, expresó el caraqueño al portal web del evento.

“Creo que no hay ninguna clase de excusa. Las cosas no nos salieron».

Vizquel, pago caro su inexperiencia como dirigente. Realizó varios cambios en su alineación, en un intento por solventar la carencia ofensiva. Frente a los Estados Unidos, subió a Alcides Escobar al sexto turno y colocó a Carlos González en la séptima. Movimientos impensables en cualquier situación.

Rougned Odor fue colocado como antesalista y Martín Prado fue movido al jardín izquierdo por Odubel Herrera. Ninguno de los cambios le funcionó. La ofensiva solo consiguió cuatro imparables, destacando un cuadrangular de Odor.

Ningún bateador recibió respaldo o protección, tampoco hubo proposición de ejecutar jugadas que pudieran permitir el despertar ofensivo.

José Altuve, Miguel Cabrera, Carlos González y Víctor Martínez, estuvieron por debajo de lo que se esperaba de ellos en el torneo. Entre los cuatro despacharon 22 imparables en 96 turnos (.229), siendo González el más destacado con .308 (26-8) de promedio.

Los batazos aparecieron en primera ronda, pero no con la contundencia que se esperaba

La ofensiva venezolana fue silenciada en segunda ronda

Las dudas estaban en el pitcheo, pero no se esperaba que fuera tan desastroso. En los primeros tres duelos, los brazos criollos recibieron 29 carreras limpias. El trabajo de los lanzadores mejoró, principalmente el de los abridores, a partir del juego extra ante Italia pero volvió a caer en el duelo final contra Puerto Rico. Terminaron con efectividad de 7.44

Venezuela fue castigada con 14 jonrones en siete duelos, una media de dos por duelo. Los lanzadores criollos dejaron muchas bolas altas que fueron aprovechadas por el contrario.

En la segunda ronda, el equipo solamente dio 18 hits, cuatro extrabases, y pisó el plato en cuatro ocasiones.

Así fue la actuación de Venezuela en la cuarta edición del Clásico Mundial de Béisbol:

Venezuela arrancó su periplo en el Clásico Mundial de Béisbol con una dolorosa derrota ante Puerto Rico, actual subcampeón del evento, por la vía del nocaut al caer once carreras por cero en siete episodios.

Lo que comenzó siendo un duelo cerrado de pitcheo entre Félix Hernández y Seth Lugo,terminó con una holgada victoria para los boricuas.

Puerto Rico dio la derrota mas dolorosa a Venezuela en este evento: nocaut

La siguiente reseña es propiedad del periodista Raúl Pérez, del diario Meridiano.

“El Rey” comenzó su actuación por todo lo alto, retirando a los seis primeros bateadores que enfrentó, pero en la tercera entrada se derrumbó el trabajo del abridor venezolano al permitir un par de carreras. Eddie Rosario abrió la entrada con un triple y fue llevado a la goma por T. J. Rivera. Un imparable de Reymond Fuentes, dos boletos y un error permitieron la segunda carrera puertorriqueña y la salida de Félix Hernández del compromiso.

En la otra acera, Seth Lugo, abridor de Puerto Rico, lanzó una verdadera joya. El jugador de los Mets de Nueva York permitió el primer imparable del juego en la cuarta entrada (un infield hit de Miguel Cabrera) y se mantuvo en la lomita hasta la sexta entrada, ponchando a tres venezolanos.

Jhoulys Chacín tomó el relevo por parte de los criollos y se vio castigado por la potencia de los bates boricuas. En la sexta entrada Carlos Correa, figura tanto en defensa como a la ofensiva, sacó un largo cuadrangular por el jardín central para encender la mecha caribeña. Seguidamente Carlos Beltrán negoció un boleto y Yadier Molina volvió a volarse la barda para colocar la pizarra cinco carreras por cero.

Pero la verdadera película de terror estallaría en la séptima entrada. Francisco Lindor fue golpeado por Chacín, quien estuvo en la lomita durante tres entradas y dos tercios. Carlos Correa falló por jugada de selección, se robó la segunda almohadilla y anotó la sexta carrera con imparable de Carlos Beltrán. Deolis Guerra entró en plan de bombero y terminó con las tablas en la cabeza al no poder sacar ni un solo out.

Yadier Molina continuó la fiesta con inatrapable y Javier Báez lo emuló para traer la séptima de los boricuas. Eddie Rosario se encargó de poner el juego al filo del nocaut con un doble remolcador de dos rayitas y T. J. Rivera se encargó de dar la estocada final con un largo cuadrangular que terminó con las acciones antes de tiempo.

Venezuela sucumbió así de muy mala forma en su primera presentación inicial. Los criollos solo pudieron conectar tres inatrapables (dos de ellos dentro del cuadro) y se vieron nerviosos y timoratos durante todo el compromiso. Por el contrario, Puerto Rico sacó la casta y demostró que no llegó a la final del torneo anterior por cuestión de suerte.

Victoria sufrida ante Italia

En su siguiente compromiso, los criollos enfrentarían a Italia, conjunto que dejó en el terreno a México 10-9, tras un racimo de cinco carreras en el cierre del noveno sin outs.

El equipo venezolano sufrió para hacerse con el triunfo, ya que arrancó perdiendo el encuentro 5-0 y su ofensiva no despertó sino hasta el quinto episodio.

Italia picó adelante y vapuleó a Martín Pérez, abridor por Venezuela, quien no tuvo una buena actuación y permitió 4 carreras en tres innings y un tercio de labor. Le batearon un jonrón y seis imparables en su labor al frente del montículo.

Eduardo Pérez (6), coach de banca y Marco Mazzieri (5), mánager de Italia, en la entrega de alineaciones

Vizquel decidió traer en labor de relevo a Bruce Rondón, que no pudo apaciguar los bates europeos al permitir un vuelacercas que colocaba las acciones 5-0 en el cierre del cuarto.

En el cuerpo técnico había preocupación, el nocaut recibido el día anterior pudo haber dejado secuelas en una ofensiva inerte, que no reaccionaba, y que parecía destinada a repetir la historia de 2013.

En la entrada siguiente despertaron los bates vinotintos. Siendo Miguel Cabrera, Salvador Pérez y Carlos González los responsables de igualar las acciones a cinco, desde entonces, la ofensiva demostró las credenciales que traía a este evento.

En el séptimo, Venezuela se adelantó 8-5 y el pitcheo de relevo no pudo sostener la ventaja.

Para la octava, Vizquel traería a su cerrador Francisco Rodríguez con dos outs y hombre en segunda. El cerrador de los Tigres de Detroit, no pudo preservar el marcador al permitir un cañonazo entre left y center field, para que el encuentro se igualara nuevamente.

Salvador Pérez la desaparecería en el inicio del noveno con uno en base y el partido se colocaba 10-8, dejando la escena servida para “El Kid” que volvió a desaprovechar la ventaja, permitiendo que el encuentro se fuera a extrainning.

Venezuela siguió atacando, en el décimo José Altuve daría infieldhit y anotaría tras doblete de Martín Prado. Era la carrera once para la vinotinto.

Vizquel nuevamente decide mover el bullpen y encomienda la tarea al prospecto José Castillo que retiraría en orden a la toletería azzurra para acreditarse el juego salvado.

Los criollos se llevarían el triunfo 11-10, ante una aguerrida Italia, que aprovecho las brechas de un endeble cuerpo de relevistas, que en dos compromisos ya había recibido 21 anotaciones y cinco cuadrangulares.

México hizo valer la localía

Venezuela estaba urgida de ganar. Una derrota los mandaría a casa y reeditaría lo sucedido cuatro años atrás. Los criollos estaban igualados en el segundo puesto con Italia, ambos con marca de 1-1, México, que aún no conocía la victoria, sería la última prueba de la vinotinto.

Una vez más, el pitcheo fue el talón de Áquiles, México le propina una dolorosa derrota de 11-9, para sumar su primera victoria en el clásico.

Martín Pérez no pudo mostrar su dominio ante Italia

México se fue arriba en el segundo capítulo, con rally de cinco carreras ante el abridor Yusmeiro Petit. Japhet Amador conecto doble que remolcó a Brandon Laird, posteriormente, un elevado de sacrificio, permitió a Alex Verdugo anotar y cuadrangular con uno a bordo de Esteban Quiroz, colocaba cifras importantes para la selección azteca.

Los criollos respondieron con una rayita en el tercero, Martín Prado conectaría sencillo que trajo al plato a Robinson Chirinos. Pero México amplió la pizarra en el quinto con un cuadrangular de tres carreras de Brandon Laird, que colocaba las acciones 8-1.

El viacrucis venezolano comenzaría por tercer día consecutivo. El pitcheo seguía inconsistente, mientras que la ofensiva estaba sumida en un slump. Vizquel poco pudo hacer para generar un despertar en sus pupilos, que parecían resignados a lo que estaba sucediendo.

En el cierre del quinto, Venezuela fabricó tres anotaciones, gracias a dos dobles y un sencillo de Ender Inciarte, Martín Prado y Miguel Cabrera que pusieron el juego 8-4, que provocó un despertar en el dogout nacional.

México abrió la brecha de nuevo en la alta del sexto con elevado de sacrificio de Adrián González que remolcó a Xorge Carrillo poniendo el juego 9-4.

Venezuela busco la reacción en ese sexto episodio y puso dos más en la pizarra con sencillo de Robinson Chirinos para fletar a Alcides Escobar y otro imparable de José Altuve que llevó al home a Chirinos, para colocar el encuentro 9-6. En el séptimo, Chris Roberson hizo dos más para México con sencillo dentro del cuadro.

Venezuela no bajó los brazos, respondió de inmediato e hizo tres gracias a vuelacercas de Víctor Martínez con uno a bordo, y bolazo a Robinson Chirinos con las bases llenas para sellar el 11-9 final.

Venezuela cerró su actuación con marca de 1-2, mismo registro que México e Italia, lo que generó un triple empate para el segundo puesto.

Puerto Rico ya había avanzado como primera de grupo al derrotar a Italia, conjunto que con el resultado ya sabía que estarían disputando el encuentro de desempate con los mexicanos, tal y como fue oficializado por la cuenta del evento y ratificada por la transmisión televisiva.

Confusión total

A pesar de la derrota, en el dogout venezolano reinaba la incertidumbre, la eliminación si bien rondaba en el ambiente, no fue consumada por completo, la delegación criolla hizo saber que Venezuela había accedido al juego de desempate, porque tenía mejor promedio de carreras permitidas que los aztecas, que celebraban eufóricos la posibilidad de mantenerse con vida en el evento.

«Yo tenía una sola cosa en mente que era ganar el partido, pero las cosas no salieron bien», dijo el manager Omar Vizquel, en rueda de prensa que trascurrió a altas horas de la madrugada. «Después nos avisaron que teníamos una pequeña diferencia de milésimas y que nos tocaría jugar con Italia. Fue algo sorpresivo, pero estamos contentos de que vamos a tener una oportunidad más».

La señal internacional había anunciado que Italia y México, jugarían el partido de desempate

Bajo este panorama, nacieron las dudas. Incluso la cuenta oficial de twitter del Clásico Mundial de Beisbol, borró el tuit que indicaba que el partido de desempate se jugaría entre italianos y mexicanos.

El criterio es un complicado y extraño sistema que toma en cuenta las carreras admitidas por un equipo en los innings en que estuvo a la defensiva.

Un ejecutivo de las Grandes Ligas informó que Italia tuvo un promedio de 1.05, Venezuela 1.11 y México 1.12 para quedar fuera.

La confusión extrapoló al deporte, tal como sucedió en el Miss Universo 2015, donde se coronó a Colombia como reina universal y mientras esta posaba ante los fotógrafos, fue interrumpida por el animador Steve Harvey, informando que había una equivocación y que la ganadora había sido Filipinas; o más reciente con los Premios Oscar, donde el elenco de “La La Land” celebraba en el escenario, siendo interrumpidos por los productores que informaron que la cinta ganadora a mejor película había sido “Moonlight”.

La propia MLB desconocía como aplicar la norma, lo que hizo caldear los ánimos en la delegación mexicana, que ya había sido informada del infortunio, y que infructuosamente intentó cambiar la decisión.

México pudo haberse ahorrado la necesidad de tanta aritmética que resultó errónea. Llegó a tener ventaja de 8-1 en el encuentro, en vez de sentenciar; dejó que Venezuela fuera sumando carreras, que a la postre marcaron la diferencia.

Tras superado el impasse, Venezuela afrontó el partido de desempate con la convicción de borrar su imagen en el evento, el picheo seguía siendo el eslabón más débil, y Vizquel debía afrontar ese encuentro con solamente cinco brazos a su disposición, debido a que el resto de los lanzadores, habían superado los límites de lanzamientos permitidos en el torneo.

Italia tampoco la tendría fácil, también afrontaría el encuentro con cinco brazos, los pronósticos no eran alentadores, tomando en cuenta las limitantes de lanzamientos, Venezuela llevaba las de perder al tolerar 32 carreras en 26 entradas.

Se encienden las alarmas

Comenzó el encuentro y rápidamente Italia se hizo presente en el marcador, John Andreoli abrió con doble al jardín derecho y con incogible al central de Daniel Descalso anotaría la primera carrera del partido. Nuevamente las dudas rodearon a una selección que siempre estuvo abajo en el marcador. A pesar de esa carrera, Bencomo cumplió y mantuvo a la ofensiva de Italia sin poder carburar rally alguno, durante las tres entradas que lanzó, completando 66 de los 65 lanzamientos que le correspondían, permitiendo cuatro hits, una carrera, dos boletos y cinco abanicados.

Vizquel apelo al bullpen, Deolis Guerra tendría la tarea de continuar la labor de Bencomo y dejar atrás su mal desempeño en el clásico, el relevista ficha de Navegantes del Magallanes cumplió, durante los dos innings y dos tercios que lanzó permitió un hit, otorgó un boleto y retiró a tres por la vía del ponche.

José Alvarado sería el siguiente brazo y este tampoco defraudo, a pesar de permitir la segunda rayita de los europeos en dos entradas y un tercio de actuación. Se fue del encuentro con cuatro ponches.

Despiertan los bates

A.J. Morris, lanzador de Italia, mantuvo a la ofensiva criolla sin hits durante las cinco entradas de labor, permitiendo un boleto y abanicando a cinco. Logró contener a los bates criollos que no pudieron descifrar sus envíos y que por momento preocupo al conjunto nacional.

Tras su salida, el bullpen europeo se haría cargo del encuentro.

En el sexto Venezuela comienza a despertar de su letargo. El zuliano Ender Inciarte bateó roletazo que el inicialista italiano no pudo dominar, impulsando la anotación de otro pelotero del patio, Odúbel Herrera que se encontraba en bases por jugada de selección. El de Inciarte fue el primer imparable de los criollos.

Así se mantuvo el marcador hasta que Alvarado permitió el jonrón de Andreolli en el cierre del  séptimo, en ese entonces el marcador estaba 2-1 a favor de Italia.

En el noveno capítulo, Venezuela estaba a tres outs de ser eliminada, Miguel Cabrera, “el muchacho de la película”, como lo apodo el narrador Pascual Artiles, inició la entrada con un largo y contundente cuadrangular ante Mike DeMark que igualaría las acciones a dos.

La algarabía inundo un dogout criollo que estuvo silente durante todo el encuentro. El cuadrangular de Cabrera – el sexto en la historia de estos eventos -, sirvió de catarsis para que sus compañeros se animaran y echarán el resto para conseguir el tan anhelado triunfo. Acto seguido, Víctor Martínez negocio boleto, siendo sustituido por Yangervis Solarte como corredor emergente, éste anotaría la del desempate, gracias a un largo sencillo de Rougned Odor que por poco se va del parque.

Carlos González, batearía sencillo al jardín izquierdo en formación especial, moviendo a Odor a tercera, siendo él puesto out en segunda. Tocaría el turno de Alcides Escobar que realizaría de manera perfecta un squeeze play para conseguir la cuarta anotación en las piernas de Odor y con ella la sentencia del partido.

Francisco Rodríguez, vendría para el cierre del noveno y a pesar de permitir un jonrón de Alex Liddi que acercó el encuentro 4-3, pudo dominar a los restantes tres bateadores para conseguir el rescate.

Segunda ronda sin suerte

José Altuve no estuvo a la altura en este evento

Con algunas falencias en su cuerpo de lanzadores y aquejado por las sorpresivas lesiones de tres peloteros, el comité venezolano, aprovechó las bondades de las nuevas reglas que permitía hacer sustituciones para la siguiente ronda.

Las nuevas adiciones serían Arcenio León, Héctor Rondón y Jhondaniel Medina, que entrarían por los lesionados Robert Suárez y Silvino Bracho. Yusmeiro Petit, también cedió su cupo, para sorpresa del propio lanzador, que no esperaba tal decisión. Otro cambio que ejecutaron fue Jesús Flores, que fue activado como receptor suplente para cubrir la vacante de Salvador Pérez que salió lesionado en primera ronda.

Flores se venía desempeñando como receptor de bullpen. Su cupo se le asigno a Guillermo Quiroz.

Con los cambios ejecutados, los criollos enfrentarían a los Estados Unidos. El partido mostró un nuevo rostro para el cuerpo de lanzadores que domino a la poderosa artillería norteamericana, pero la ofensiva no mostró su mejor carta, al momento de producir.

Los criollos abrieron el marcador en la parte alta de la tercera entrada, gracias a elevado de sacrificio de Ender Inciarte que remolcaría a Carlos González. En el séptimo, Rougned Odor ampliaría la ventaja 2-0 con un monumental cuadrangular. Estados Unidos recortó la diferencia en el cierre de esa entrada, gracias a un elevado de sacrificio de Jonathan Lucroy, que permitió a Eric Hosmer anotar, ante los lanzamientos del debutante Arcenio León.

Para el octavo, Vizquel decide traer a Héctor Rondón que estaba llamado a cumplir las labores de setup. Lamentablemente, fue víctima del nerviosismo y permitió cuadrangular solitario de Adam Jones para igualar las acciones y otro de dos carreras de Hosmer que sellaría el triunfo de los americanos 4-2.

Rondón, que se incorporó al equipo en San Diego, tras haberse perdido la competición de la primera ronda, fue castigado con cinco imparables, incluidos dos cuadrangulares, le hicieron tres carreras limpias, dio una base por bolas y no sacó ningún ponche.

Los abridores Drew Smyly y Félix Hernández, compañeros de equipo con los Marineros de Seattle, lanzaron sendas joyas de pelota mientras estuvieron en el montículo, y al final ambos se fueron sin decisión.

Al concluir el encuentro, Martín Prado, sufrió un tirón en su pierna mientras corría a la primera base, quedando descartado para lo que resta de torneo.

República Dominicana sería el siguiente rival de los venezolanos. La actual campeona del evento, había cosechado una seguidilla de once triunfos en filas en la historia del evento, y venía de caer ante su eterno rival Puerto Rico.

De allí la importancia de salir airoso en el encuentro y evitar la eliminación.

Las diferencias entre el Carlos Guillén, Edwin Zerpa y Omar Vizquel, generó un clima turbio antes de conformarse la selección

Dominicana abrió el marcador con cuadrangular solitario de Gregory Polanco en el quinto capítulo ante Jhoulys Chacín. La segunda fue remolcada por Robinson Canó con sencillo en dos strikes y par de outs ante el zurdo José Castillo, quien no debió haber lanzado a los dos últimos rivales que enfrentó. En el octavo, vino la puntilla con otro jonrón solitario, esta vez de Nelson Cruz ante el derecho Arcenio León, que coloco cifras definitivas al partido.

La vinotinto recibió una blanqueada de 3-0, por lo que sus aspiraciones de acceder a la semifinal, se esfumaron con la victoria de Puerto Rico ante Estados Unidos, en el siguiente compromiso de ese grupo.

Triste despedida

Ya con nada que disputar, Venezuela salió al terreno a jugar su último encuentro ante el invicto Puerto Rico (5-0), la novedad era la ausencia de Miguel Cabrera que presentó en su encuentro previo una contracción en su espalda.

El partido fue una copia casi exacta del choque inaugural entre ambos países. Los boricuas humillaron a los criollos 13-2.

Puerto Rico mantuvo su invicto (6-0) y contó con el peso ofensivo de 17 imparables, sobresaliendo el bate de Mike Avilés con tres remolcadas, Kenny Vargas con jonrón de dos carreras y Ángel Pagán, que bateó de 6-3 con dos producidas.

Las dos carreras criollas llegaron producto de vuelacercas de Rougned Odor en el sexto.

Venezuela se despide del Clásico Mundial de Béisbol por la puerta de atrás. Dejo registro de 0-3 en segunda ronda y 2-5 en el registro global. La selección jamás encontró la forma de cohesionarse y ratificar el favoritismo que tenía. Solo pudo ganarle a Italia en dos encuentros sufridos, dejando abierta muchas grietas sin encontrar solución alguna.

«No pudimos dar los batazos. En general, las expectativas se quedaron cortas. Sinceramente, pensé que íbamos a jugar mejor pelota», declaró Vizquel en rueda de prensa, «Casi nunca tuvimos ventaja. Me fue muy difícil aplicar mi forma de juego y todas las cosas que tenía en mente con este line up».

La designación de Omar Vizquel como mánager nacional, no genero resultados favorables, siguiendo la misma tónica de su predecesor Luis Sojo, que si bien ya contaba con tres eventos a su favor, la edición de 2009 marcó hasta ese entonces, la peor actuación venezolana en el Clásico Mundial, quedando eliminada en la fase de grupo y ganando un encuentro in extremis ante la debutante España.

Más allá de los guarismos que tenía la plantilla nacional, todos sin excepción, estuvieron lejos de su mejor versión, en especial los lanzadores, por lo que las responsabilidades son repartidas.

La vinotinto del béisbol estuvo muy lejos de proyectar desde el terreno ese teamwork, que sí mostraron conjuntos como los de Puerto Rico, República Dominicana y Japón. El impasse entre peloteros, cuerpo técnico y la directiva de la Federación Venezolana de Béisbol impidió ofrecer la mejor atmósfera al campo.

Apenas cuatro carreras hizo Venezuela en segunda ronda contra 18 en contra

La polémica ocurrida a finales de noviembre pasado entre Vizquel, los jugadores y figuras como Carlos Guillén (gerente de la selección) y Edwin Zerpa (presidente de Fevebéisbol) alrededor de la escogencia del mánager venezolano, terminó, al menos, desenfocando al grupo de los objetivos.

Las lesiones también perjudicaron, pero ya el daño estaba hecho.

Roster oficial 

Lanzadores: José Alvarado, José Álvarez, Omar Bencomo Jr, Silvino Bracho, José Castillo, Jhoulys Chacín, Deolis Guerra, Félix Hernández, Gregory Infante, Wilfredo Ledezma, Martín Pérez, Yusmeiro Petit, Francisco Rodríguez, Bruce Rondón y Robert Suárez.
Receptores: Salvador Pérez y Robinson Chirinos
Infielders: José Altuve, Miguel Cabrera, Alcides Escobar, Víctor Martínez, Rougned Odor, Hernán Pérez, Martin Prado y Yangervis Solarte
Jardineros: Carlos González, Odubel Herrera y Ender Inciarte

Lanzadores a ser tomados en cuenta para la segunda ronda
Leonel Campos, Arcenio León, Jhondaniel Medina, Franklin Morales, Edubray Ramos, Eduardo Rodríguez y Héctor Rondón

Cuerpo técnico:
Omar Vizquel – mánager
Eduardo Pérez – coach de banca
Rouglas Odor – coach de bateo
Roberto Espinoza – coach de pitcheo
Carlos Subero – coach de primera base
Carlos García – coach de tercera base
Henry Blanco – coach de bullpen
Jesús Flores – cátcher de bullpen
Omar López – pitcher práctica de bateo

Algunas imágenes de la selección de Venezuela